abril 15, 2008

Cristo, Esperanza en nuestras vidas




La esperanza escucha las respuestas cuando nadie habla. La esperanza escala los obstáculos, cuando nadie ayuda. La esperanza permanece en las dificultades cuando nadie se preocupa. La esperanza sonríe confiadamente cuando nadie ríe. La esperanza tiene respuestas cuando nadie pregunta.







La vida está hecha de millones de momentos. Pero no hay momento más pleno que aquel en el cual descubrimos con alegría, que la vida está ahí, y de nosotros depende como vivirla.
Cada día es nuevo y flamante, y podemos empezar de nuevo y realizar todos nuestros anhelados sueños, con fe y optimismo.